-Señor Castle, queríamos hacerle algunas preguntas. Tome
asiento –Espo miraba a su compañera con cara de preocupación, no sabía que
pasaba pero ella estaba diferente- señor Castle, podría decirnos si conoce a
esta chica –decía poniendo sobre la mesa la foto de la víctima.
-Es Rachel. Mi novia, perdón mi exnovia –fijaba su mirada en
aquella foto- ¿Es por ella que estoy aquí?
-Verá, la señorita Norton ha fallecido. Ha sido víctima de
una agresión. Cuando fue la última vez que la vio – Espo continuaba llevando el
interrogatorio.
-Dios Rachel está muerta, pero ¿cuándo ha sucedido? Y ¿cómo
ha sido? – La mirada de Castle se perdía en aquella foto que aun sujetaba entre
sus manos.
-Señor Castle, repito. ¿Cuándo fue la última vez que vio a la señorita Norton? –Insistía Esposito.
-Veamos, Rachel terminó nuestra relación hace como 2 semanas,
discutíamos demasiado últimamente. Así que hace 3 días más o menos, la llamé
quería verla, intentar convencerla de que deberíamos darnos otra oportunidad.
Quedamos aquel mismo día para cenar. Así que, hace 3 días que no la veía.
- Como fue la conversación, ¿decidieron darse una nueva
oportunidad? O por el contrario ¿ella no quiso volver con usted?-por fin Kate
intervenía en aquel interrogatorio.
- La conversación fue más o menos tranquila. Ambos teníamos
cosa que podíamos echarnos en cara, es cierto que quizás fui yo el mayor
responsable de que nuestra relación se fuera al traste. Le dije que la quería,
que eso no había cambiado. Que quería que siguiéramos juntos. –continuaba su
relato, mirando a ambos policías- pero ella había tomado una decisión y nada de
lo que dije la hizo cambiar de idea. Me dijo que no estaba dispuesta a
continuar sufriendo, que no quería preguntarse cada día si yo volvería a ser
infiel. O si desaparecería unos días, porque necesitase estar solo y no la
avisaría.
-Señor Castle, ¿cómo le sentó aquella respuesta? Por lo que
ha contado, usted quería continuar la relación. ¿Cómo le sentó la negativa de
la víctima?
Beckett continuaba el interrogatorio, parecía que se había
logrado reponer de la impresión causada al tener a Richard frente a ella.
-Detective, ¿qué quiere decir?
-Es fácil, ¿se enfadó, se sintió dolido, traicionado? A fin
de cuentas la mujer a la que amaba le terminaba de decir que no quería volver
con usted. Eso debió enfadarle mucho,¿ no? –Kate clavo su mirada en él,
esperando una respuesta.
-Yo no he dicho que la amase, tan solo he dicho que la
quería. Pero efectivamente, no fue agradable escuchar que no quería volver
conmigo.¿ Contenta con la respuesta detective?
- Veremos. Quiero el nombre del restaurante en el que
estuvieron.
-Claro, sin problema. Fuimos a Delmonico´s en 56 Beaver St.
–contestaba sin ningún titubeo- ¿algo más que quieran saber?
Unos golpes en la puerta hicieron que detuvieran el
interrogatorio. Beckett y Espo se acercaron a la misma y la abrieron. Al otro
lado se encontraba Ryan.
-Chicos, termino de recibir el expediente del señor Castle.
–ante aquello todos los policías salieron de la sala, cerrando tras de sí la
puerta de la misma- veréis antes de llamarse Richard Castle, su nombre era
Richard Rodgers. Con ese nombre tiene una buena cantidad de antecedentes.
Peleas, tenencia y consumo de drogas. Vamos una joyita era el escritor. –Les
iba comentando Ryan, mientras Kate se iba perdiendo en sus recuerdos- Además
tenemos al chico con el que se peleó la víctima en la sala 2.
-Vale, y su última detención es de… joder, 16 años. Desde
entonces nada. –Concluía Espo con el expediente en sus manos- Parece ser que se
reformó. Kate, quizás deberíamos ir a ver que nos cuentan en el restaurante, a
ver si alguien recuerda algo. Kate, ¿me estas escuchando?
-Eh, sí claro Javi, ir vosotros. En cuanto sepáis algo
llámame. Mientras yo entraré a interrogar al otro sospechoso. Y de momento dejaré que el señor Castle se vaya.
Se encaminaba
nuevamente hacia aquella sala en la que se encontraba su pasado. Tras recordar
a Castle que se mantuviera a disposición de la policía le dejó marchar. Miraba
fijamente como el escritor se encaminaba hacia el ascensor. Se fijó en la leve
cojera, apenas apreciable sino te fijabas mucho. Durante el interrogatorio
también había notado un leve temblor en su mano izquierda, así como en el
nacimiento de una cicatriz que aparecía por su cuero cabelludo. Sin duda todas
eran secuelas del terrible accidente. No había habido una sola mirada por parte
de él que le demostrase que sabía quién era ella.
Se sintió mareada, necesitaba urgentemente salir de aquel
edificio. Pero aún le quedaba interrogar a Nobel.
Dos horas después Beckett, Espo y Ryan se encontraban frente
a la pizarra, trataban de poner en orden todo lo descubierto ese día.
Sabían que la víctima había tenido una fuerte discusión con
su ex novio en el restaurante. En la cual él le dijo que se iba a arrepentir.
También sabían porque había discutido la víctima con Nobel. Al parecer ambos se
conocían desde el colegio y eran grandes amigos, además Alex era el novio de una compañera de trabajo
de ella. La discusión se había producido una vez que ella le había comunicado a
Alex que el día anterior al salir del restaurante tras su cena con Castle había
visto a la novia de Alex besándose con otro tipo.
Así que tras comprobar la coartada de Nobel, había quedado
excluido como sospechoso. Por lo cual ahora el único sospechoso era el ex de la
víctima, o sea Richard Castle.
-Con lo que tenemos, deberíamos volver a interrogar al
escritor. Sabemos que nos mintió al omitir su bronca con la víctima. Deberíamos
averiguar en qué otras cosas mintió. –Decía Javi mirando a sus compañeros.
-Es tarde, mañana tú y Ryan traer al escritor aquí. Ahora
será mejor que nos vayamos a descansar.- la verdad es que necesitaba salir de
allí, de una vez. Se había ido ahogando según pasaban las horas.
Aquella mañana la detective Beckett había aparecido antes de
su hora en la comisaria, no había logrado conciliar el sueño en toda la noche.
Su cerebro estaba lleno de recuerdos, algunos hermosos pero también de algunos
de los momentos más dolorosos de su vida. Mirando su reloj cada cinco minutos
como llevaba haciendo cerca de 2 horas, descubrió que era la hora en la que la
forense habría llegado a la morgue. Así que se encamino hacia allí.
-Laine, dime que tienes algo más. Algo que ayer se te pasara
por alto –decía nada más entrar sin dar opción a que su amiga le preguntase
como estaba.
-Buenos días a ti también preciosa. La verdad es que te iba a
llamar. Recuerdas que te comente que las marcas del estrangulamiento eran más
profundas en el lado derecho del cadáver, eso significa que el asesino es
zurdo. También quería enseñarte una cosa. He encontrado una huella latente en el cierre del sujetador de la víctima
y una vez que le he aplicado la luz
tangencial por fin la he podido aislar. Tenemos 10 puntos de la misma, lo cual
nos permitirá su identificación. Teóricamente la huella debería ser de nuestro
asesino.
-Vale, tenemos ADN, una huella, sabemos que el asesino es
zurdo. La entrada no había sido forzada lo cual indica que la victima conocía a
su agresor. La casa aparecía revuelta, con signos de pelea. Lo cual nos indica
que lo que en principio pudo ser algo amistoso termino mal. Rachel fue violada
y posteriormente estrangulada, eso nos indica que su muerte fue un acto
pasional. Veamos que nos dicen hoy los técnicos del ordenador de la víctima.
-en su cerebro seguía apareciendo una pregunta. Realmente Richard ¿podría ser
un asesino?.
-Beckett, tenemos el informe del técnico –decia la agente Liz
acercándose a la pizarra- han podido recuperar las partes que habían sido
borradas. Existen muchos mails entre la víctima y su novio. El último de los
cuales data de unas 3 horas antes del asesinato. En ese el señor Castle le dice
que se arrepentirá de lo que ha hecho, que está loca si cree que se va a ir de
rositas.
-Espo, Ryan traerme aquí ya al escritor.- decía totalmente
alterada la detective. ¿Tanto había cambiado Richard?.
-Kate, tengo los resultados de la huella. Pertenece a Richard
Castle –decía Laine apareciendo en escena-
-Chicos, ¿aun estáis aquí? Traedle ya.
Se alejaba hasta la zona de descanso, dejaba caer pesadamente
su cuerpo sobre el sillón y cerrando los ojos recordaba a Rick, a su Rick.
Era cierto que habían pasado 15 años desde la última vez que
le había visto. Pero no podía haber cambiado tanto. El Richard que ella conoció
y que se había convertido en su amor, no podría haber matado a nadie. Si ni
cuando aquellos policías le tendieron la trampa había aparecido en él la necesidad de vengarse, como ahora iba a
ser capaz de matar a alguien. Además, cual podría ser la razón para matar a
Rachel.¿ Celos? Imposible, él ya había reconocido que quería a la victima pero
que no la amaba. Entonces los celos deberían ser descartados. Pero entonces
porque las amenazas.
-Detective, traen a Castle –le informaba la agente Liz.
-Buenos días señor Castle, nos volvemos a ver. Tenemos unas
cuantas preguntas que hacerle. Y espero que esta vez usted colabore del todo.
–Respiraba y tomaba asiento frente a él- veamos señor Castle, usted nos dijo
que fue con la señorita Norton a cenar pero se le olvido comentar que la cena
fue de todo menso tranquila. Discutieron y usted dijo:” te vas a arrepentir”.
- ¿Qué está insinuando? Detective.
-Nada señor Castle, no insinúo nada. Tenemos una huella suya
en el cierre del sujetador de la víctima. Tenemos mails cruzados entre ambos en
los que usted continua amenazando a la señorita Norton, el último es de tan
solo unas 3 horas antes del asesinato. Qué tal si es sincero y me cuenta de que
va todo esto. Porque el disco duro del ordenador de la víctima había sido
borrado. Los técnicos están ahora mismo en su casa buscando pruebas.¿ Que van a
encontrar?
-Sí Rachel y yo discutimos. Sí dije:” te vas a arrepentir”.
Claro que hay huellas mías en el sujetador de Rachel, había sido mi novia,
practicábamos sexo. Cierto el ultimo mail
que le envié fue el día de su muerte. Y sí le dije que lo que quería hacer era
el mayor error de su vida, y que no
estaba dispuesto a permitírselo, que haría todo lo posible por acabar con ella.
Con su carrera, detective, no piense otra cosa. Respecto a porque su ordenador
había sido manipulado, no tengo la más remota idea. –Con cada frase Castle
clavaba más profundamente su mirada sobre la detective- y supongo que los
técnicos encontraran muchas evidencias en mi casa de que Rachel estuvo allí,
pero le recuerdo que había sido mi novia, con lo cual es normal. ¿Le gustan mis
respuestas, detective?
- ¿Se cree que esto es un juego, o uno de sus libros? –Estaba
empezando a perder la poca paciencia que tenía desde el día anterior, parecía
como si él estuviera jugando con ella- ahora mismo es usted el principal
sospechoso del asesinato de Rachel Norton. ¿Encuentra eso divertido?
-Vaya, así que soy su principal sospechoso. Bueno es saberlo
–decía él acomodándose en la silla- y soy su sospechoso por la cantidad de pruebas
que me ha descrito ¿no?
-Señor Castle, ¿donde se encontraba el lunes entre las 00
horas y las 2:00? –tenía unas ganas terribles de lanzarse sobre él y darle una
buena leche. Estaba jugando con ella, y eso le molestaba sobremanera.
-En casa, estaba escribiendo –por fin de la cara del escritor
desaparecía la sonrisa.
-Para que conste, Señor Castle me está diciendo que ¿no tiene
coartada para la hora del crimen?
-Creo que ha llegado el momento de llamar a mi abogado,
detective –y dicho eso se cruzo de brazos.
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