Bueno aquí estoy, en la puerta de
un nuevo Instituto, ya ni recuerdo que número hace este. Bueno esta vez he
tenido suerte y no llego a mitad de curso, esta vez estaré aquí desde el día
cero. Claro que de todas formas seguiré siendo el nuevo, los grupos ya estarán
hechos, estará el típico graciosillo, el matón de turno, que me buscará para
demostrarme quien es el "dueño" del lugar. Pero esta vez, saldrá
bien, he prometido que este será mi último instituto, he prometido que de este
no me expulsaran que pondré de mi parte para que no sea otro más en mi camino. La
gente ya llega, igual debería ir entrando y buscar el despacho del director.
-Buenos días, Señor Lawson siento
interrumpir su clase, le traigo un nuevo alumno. Su nombre es Richard Rodgers.
Bueno aquí lo dejo, espero que todo vaya bien.
-Bueno señor Rodgers será mejor
que tome asiento y así podremos todos continuar con la clase.
-Sí señor. ¿Puedo tomar asiento
en cualquier sitio?
-Claro.
-Gracias, ¿perdona está libre?
-Claro, anda chico siéntate. Mi
nombre es Carla.
-Hola Carla, soy Rick.
Bueno es hora de ir a casa, el
primer día terminó. No ha estado tan mal. Mañana seguiremos en la lucha.
-Mamá ya he llegado.
-Hola Rick, bien has llegado
rápido. Anda dame un beso.
-Sí madre, vine directo a casa
como te prometí que haría.
-Bien, me alegro que hayas
decidido cumplir las promesas hechas. Y bueno ¿cómo fue el día?
-Normal, clases, almuerzo, más
clases. La gente parece simpática. Hay un par de grupos de gente interesante,
uno de debates y otro de ciencia.
-Ya, y ¿ningún mal entendido?
-Madre, tranquila. Era el primer
día, me he comportado, te lo he dicho.
-Ya, ya sé que era el primer día.
Pero eres tú, y ya sabemos la facilidad que tienes para meterte en líos.
-Podrías confiar un poco más en
mí, ¿no?
-¿Confiar? Richard la confianza
hay que ganársela y hasta la fecha, tú no has hecho nada para lograrlo sino
todo lo contrario.
-Ya vale, aquello se terminó.
Joder, lo he prometido, además sino lo cumplo terminaré en un centro, ¿no es
así? ¿Y tú crees que es allí donde quiero estar? Me gusta la libertad madre,
¿aun no lo sabes? Y esta vez saldrá bien. No habrá peleas, ni drogas.
-Eso espero hijo, eso espero.
Unas semanas después Richard aún
sentía como cada día sólo era un día más para demostrar cuanto había cambiado.
-Rick, espera- decía un chico que
llegaba a él casi a la carrera.
-Ey ¿qué pasa Charly? Vaya
carrera que te has dado- decía riéndose Rick.
-Tienes clase con Lawson ahora
¿no? Nos sentamos juntos y te cuento ¿vale? –Contestaba Charly intentando recobrar
el aliento-
-Venga va. Cuéntame, cual es el
secreto-la paciencia no era una de sus virtudes.
-Veras la capitana del grupo de
debate piensa que serias muy útil para el equipo, y yo también lo creo.
-¿Yo? ¿En un equipo de debate? -
en la voz de Rick se notaba que aquella información le hacía gracia.
-Sí, Rick tú. Te he visto en
clase como rebates a los profesores y a los otros chicos, siempre intentas dar
opciones basadas en datos, no te exaltas, estás relajado…
-Vale, vale, me queda claro. Deja
que me lo piense ¿vale?
-Claro, oye ¿por qué no vienes
esta tarde al entrenamiento? Así nos ves y te puedes hacer una idea. Somos
buenos, el año pasado llegamos a las finales.
-Y ¿ganasteis?-preguntaba ya con
cierta curiosidad Richard.
-No.
-Entonces Charly, sois
mejorables, de todas formas iré, os veré y luego tomare mi decisión. ¿Te vale?
-Me vale, se termino la clase.
¿De qué han hablado?
-Ni idea, has hecho que no me
entere de nada. Bueno yo ahora tengo biología y ¿tú?
-Aritmética. Nos vemos luego en
la sala 213, a las 16 horas.
-Vale, venga tío que llegare
tarde, hasta luego-decía Rick, saliendo a la carrera.
Ya es su clase de biología, los
chicos esperaban a su profesora.
-Buenos días chicos, hoy toca
diseccionar una rana- les informaba la profesora, nada más entrar en la clase-
Ya sabéis que debéis hacer, así que adelante.
-Oye Ricky, ¿qué hablabas antes
con Charly?-preguntaba con curiosidad Carla a su compañero.
-Me proponía que me uniera al
grupo de debate. ¿Son buenos Carla?
-El año pasado llegaron a las
finales, pero perdieron.
-Ya, eso me ha dicho. ¿Qué te
parece ese grupo? –preguntaba como buscando consejo.
-No está mal. La gente es maja,
creo que encajarías con ellos –contestaba ella con una cierta nostalgia.
-¿Estás segura? ¿Quiénes son?
-Lo componen 7 chicos, los más
importantes son Charly que ya le conoces y la capitana. Ella es espectacular,
verla debatir es una pasada. Claro que juega con ventaja sus padres son
abogados, así que le han enseñado trucos.
-Interesante, y la capitana
¿tiene nombre?
-Beckett, Kate Beckett.
-Ni idea, no la conozco-decía
Rick después de hacer memoria.
-Pues coincidís en filosofía y
literatura. ¿No te has fijado en ella? Los chicos dicen que esta buenísima.
-Pues no lo estará tanto si no me
he fijado en ella-decía Rick guiñando un ojo- Bueno he quedado que iría a ver
el entrenamiento de hoy y luego decidiré, ¿quieres acompañarme?
-¿Hoy? Que va chico, no puedo.
Tengo clase en el conservatorio.
A las 4 en punto de la tarde Rick
estaba en la puerta trasera de la clase donde el grupo entrenaba. Tras 20
minutos más o menos, decidía que ya había visto suficiente y emprendía la
marcha hacia su casa.
-Charly ¿no decías que el chico
nuevo te había dicho que vendría? –preguntaba una joven bastante molesta.
-Joder, eso fue lo que me dijo.
Además de le veía interesado o por lo menos intrigado. Igual debería llamarle
por si le ha surgido algo, ¿no?- contestaba el aludido-
-No creo, si le hubiera surgido
algo debería haber sido él quien te comunicase que no iba a poder asistir al
entreno, ¿no? Vamos esa es mi humilde opinión- contestaba la joven mientras
recogía su cazadora para abandonar la sala.
-Kate, no seas tan dura con el
chico. Mañana hablare con él e intentare que venga la próxima vez.
-Déjalo Charly, tan poco estamos
tan desesperados para ir detrás de alguien que no tiene el más mínimo interés
en nosotros- Kate abandonaba la sala, la verdad es que iba bastante molesta con
aquel chico nuevo.
Richard por fin llegaba a casa,
la verdad es que había tardado más de la cuenta, pero es que de camino a casa
había recibido una llamada de Tom, uno de sus mejores amigos.
-Madre, ya he llegado-decía nada
más entrar en la casa.
-¿Cómo ha ido el día? –Preguntaba
cómo cada día su madre.
-Bien, normal. Sabes una cosa, me
han propuesto unirme al grupo de debate- su voz la verdad es que denotaba
ilusión.
-Bien, eso está bien. Que te
integres en un grupo, que hagas nuevos amigos…
-Aun no he dicho que si madre.
Solo he dicho que lo iba a pensar.
-Ya, y ¿cuándo vas a contestar?
- Esta tarde he ido a ver uno de
sus entrenamientos, sin que ellos me vieran.
-Y, ¿qué tal son hijo?-preguntaba
la madre con curiosidad.
-Son buenos, pero son técnicos,
fríos, asépticos. Ya sé porque no ganaron el año pasado. Les falta alma,
transmisión.
-Bueno eso se aprende si alguien
se lo enseña- decía la madre- y tú eres todo menos frio, y trasmites todo lo
que te pasa, igual eres la pata que les falta.
-Ya, mañana hablare con Charly-
en su cara apareció una sombra de duda.
-Richard ¿seguro que no me tienes
que contar nada mas?
-No, nada más-decía tomando el
camino de su cuarto- Ah sí madre, que cabeza la mía. Cuando venia para casa me
llamo Tom.
-¿Cómo has dicho?-decía la
madre-Richard, ¿en que habíamos quedado?
-Joder mama, que solo me ha
llamado, que no le he visto. Y no tengo ninguna intención de quedar con él,
¿contenta?
Esa mañana Rick se despertó con
la sensación de que esa era su oportunidad, debía aceptar esa propuesta para
así poder dejar tras de sí los últimos años vividos, las decisiones equivocadas
tomadas, la gente poco conveniente que le había rodeado. Salió totalmente
decidido a ello, aquella mañana recobraría por fin su vida.
La mañana transcurrió tranquila
clase tras clase, en todo el día no había coincidido con Charly, Carla le había
animado a que aceptase.
Después del almuerzo se dirigió a
la clase de ensayo pensaba que quizás allí le encontraría.
Tras abrir la puerta se encontró
al grupo, sentado, con cara de pocos amigos, las miradas se dirigían a él.
-Charly llevo buscándote todo el
día –decía Rick acercándose al muchacho.
-Anda mira el desaparecido. ¿Y
para qué narices me buscabas? Que yo recuerde habíamos quedado ayer y tú ni
apareciste- decía Charly con cara de pocos amigos.
-¿Perdona? Claro que vine, y os
vi. Me quede en la puerta trasera, solo quería veros en vuestro hábitat sin
tener que fingir para intentar convencer a alguien de lo buenos que sois- decía
tratando de explicarse.
-Ya, en la parte trasera, ¿como
un ladrón o un mirón no?
-Creo que eso ha sobrado –decía
un Rick alucinado por lo dicho por aquella chica- mira guapa, creía que esa era
la mejor forma para saber si realmente sois buenos. ¿Sabes por qué? porque
seriáis vosotros mismos, sin nada que desviara vuestra atención.
-Ya, ¿crees que tu presencia habría
desviado nuestra atención del tema que tratábamos? No te creas tan importante
muchacho-decía la chica cada vez más cerca de Rick.
-Sé que eso es lo que habría
sucedido, os desviáis del tema siempre que surge algo nuevo, aunque ese desvío
solo dure como mucho 2 minutos- decía él mirando fijamente los ojos de aquella
joven.
-Ya, y eso lo sabes porque…
-Porque antes de venir a ver
vuestro entreno, logre visionar la final de año pasado. Perdisteis porque os
despistasteis con el nuevo chico del equipo rival, no supisteis reaccionar a su
aparición y a la frescura que su exposición supuso. Pero eso no volverá a
pasar, con migo nunca os quedareis fríos, nunca más os faltara química con el
jurado-decía poniendo una pose de confianza total.
-Te lo tienes un poco creído,
¿no?
-Mira, no sé cuál es tu problema
chica. Te hare una pregunta, solo una. ¿Te gusta ser una segundona? Porque a
día de hoy eso es lo que sois. ¿Te vale con eso?-decía Rick, retando a su
interlocutora.
-Mi problema eres tú, no me gusta
lo que he visto hasta ahora, estoy segura que solo nos vas a traer problemas,
que vas a ir de graciosillo, y esto es serio. Somos un equipo serio,
¿entiendes? Pero tienes razón en una cosa, no sabes atraer al jurado. Y no, no
me gusta ser segunda en nada- decía esto aceptando el reto propuesto por Rick-
y ahora chicos por hoy creo que ha sido suficiente, dejémoslo aquí y el lunes a
las 4 entreno, ¿vale? Pasad un buen fin de semana –decía esto recogiendo sus
cosas y dirigiéndose a la puerta- Chico, espero que esta vez decidas entrar, se
puntual –tras decir aquello cerraba la puerta tras de sí.
-Joder, Rick, da gracias a que
Kate no te ha descuartizado –decía Charly- no te imaginas lo enfadada que
estaba contigo.
-Kate, ella es ¿Kate Beckett?
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