Los meses pasaron rápido, el
verano llegó, por fin se terminaron las clases. Aquel año había sido agotador
para Richard. Habían pasado demasiadas cosas. Y aun le costaba asimilarlas. Si
no hubiera sido por Kate probablemente estaría cuando menos en la cárcel o lo
que aun es peor, podría estar muerto.
Por la mente del joven pasaban multitud
de preguntas aquel día: “Todo un verano
libre, entero para hacer lo que quisiera, sin otro problema que disfrutar del
tiempo sin tener que preocuparse por nada que no fuera disfrutar. Este sería el
último verano así, el próximo sería el de su incorporación a la universidad.
Mejor no lo pienso, tengo todo un año para terminar de decidir que estudiaré y
sobre todo donde. Kate quiere estudiar derecho e ir a Stanford. Derecho, no, eso
sí que sabía que no quería estudiarlo. Tenía muy claro lo que no quería, nada
relacionado con las leyes. Ya muchacho pero ella irá allí, porque asumámoslo
con sus notas entrará donde quiera, y entonces tú que harás la seguirás o solo
os veréis en vacaciones. Joder Kate, me va a matar llego tarde. Habíamos
quedado para ir al cine”.
Si cualquiera le hubiera visto en
aquella habitación hablando solo habrían pensado que aquel joven estaba algo
trastornado.
-Madre –decía ya con el pomo de
la puerta en su mano- me voy, Kate me va a matar, llego tarde.
La encontró sentada en las
escaleras de entrada a su edificio. Podía ver, incluso a esa distancia, el
enfado dibujado en su cara.
-Hola preciosa-decía nada más
acercarse a ella- lo siento ya sé que llego tarde, ¿podrás perdonarme? –decía
poniendo su mejor cara de niño bueno.
-Hola Rick, es que ¿ni una sola
vez puedes llegar a la hora?-decía sin mirar su cara, no levantes la vista si
lo haces estás perdida Kate y recuerda que estás enfada- ahora ya no llegamos
al cine.
-Oh, vamos cariño, no te enfades -tomaba
con su mano la barbilla de ella, para levantarla- venga Katie no te enfades,
prometo recompensarte por esto. ¿Contenta?
-No me enfado, pero de verdad no
logro entender como no eres capaz de llegar nunca a la hora que decimos. No es
difícil cariño -vale, ya está, ya miraste su cara, ahora Kate estás perdida- Y
como tienes pensado compensar el que hoy no podamos ir al cine ¿si se puede
saber?
-Seguro que algo se me ocurre. Y
ahora ¿qué te apetece hacer?
Al final terminaron paseando por las calles de
NY y tomando uno de los fantásticos helados de Cones, Ice Cream Artisans, la
heladería situada en 272 Bleecker Street.
Después volvieron a casa Kate.
Igual ese no era el día para que el joven contase sus planes de verano. Porque ¿a ver cómo le decía
que su idea era marcharme a Escocia a ver a su tío Henry y pasar allí el verano?
Pero realmente necesitaba desconectar un poco de todo lo que había sucedido
aquel año.
Después de dejar a Kate en su
casa, volvió a la suya paseando, necesitaba poner en orden sus pensamientos.
Por fin había llegado el día en
el que tendría que decir a su novia que se iba fuera a pasar el verano.
-Richard hijo, seguro que eres
capaz de lograr que Kate lo entienda.
-No lo tengo yo tan claro madre.
-Vamos cariño, Kate es una chica
inteligente, sabrá entender tu necesidad de recargar pilas, de tratar de
olvidar este año y todo lo que sucedió.
-No estoy yo tan seguro. Solo
llevamos saliendo dos meses, y ahora que tenemos tiempo para poder estar juntos
cada día e ir avanzando en nuestra relación yo voy y me largo a Escocia. No lo
va a entender.
- Richard, lo entenderá si se lo
explicas bien. Y si no lo hace, entonces tal vez no es la chica que pensábamos.
Y ahora vete, que si no volverás a llegar tarde y encontraras a tu novia
enfada, y entonces sí que no serás capaz de hacer que entienda que la vas a
dejar sola todo el verano-realmente le va a matar pensaba Martha.
Por fin llegaba a casa de los
Beckett, aparcaba justo delante de la entrada. Salía del coche y encaminaba sus
pasos hacia aquella casa.
Le abría la puerta una sonriente
Kate.
-Hola Rick, no me puedo creer que
por fin hayas sido puntual - decía y después depositaba un tierno beso en los
labios de su novio- ¿qué pasa? ¿Por qué traes esa cara?
-Nada mi amor, es sólo que
…-decía bajando su mirada.
-¿Nada? Y siendo nada ¿no eres
capaz de mirarme? –la joven no entendía que pasaba.
-Kate cariño tenemos que hablar
de una cosa- tomaba su mano y juntos se encaminaban hacia el salón.
-Richard me estás asustando. ¿Qué
narices pasa? ¿He hecho algo mal?-la intranquilidad de ella iba en aumento.
- Verás, hace ya unos meses
decidí que este verano iría a visitar a mi tío Henry. Bueno en realidad no es mi
tío, es el ex marido número dos de mi madre, pero siempre hemos tenido una
conexión especial.
-Vale, ¿sólo es eso? Realmente me
habías asustado. Me parece genial –menos mal, solo es que va a estar fuera unos
días pensaba Kate- y ¿cuándo te vas?
-El viernes, salgo el viernes
–decía bajando la cabeza.
-Vale eso es pasado mañana. Y
regresas cuando ¿el lunes? ¿O te quedas unos días más?
-Veras, Kate solo quiero que
escuches hasta el final y luego hablamos ¿vale? Cuando comencé este último año
en el nuevo High School me prometí a mi mismo que esta vez todo saldría bien.
Que no volvería a meterme en líos, que sería el lugar en el que terminaría mis
estudios y donde decidiría cual iba a ser mi futuro. Decidí que mi pasado no me
alcanzaría, que nunca más las drogas ni las peleas formarían parte de mi vida.
Y todo comenzó bien, el instituto me gustó, la gente era fantástica, el grupo
de debate entró en mi vida y parecía que todo empezaba a tener sentido, que
todo se encauzaba. Incluso en los días en los que nosotros parecíamos dos
bombas de relojería a punto de explotar, incluso en esos días mi vida tenía
sentido. Entonces decidí que al final del curso si lograba que todo terminase
bien, iría a ver a Henry, para poder contarle que todo lo que un día le había
prometido al salir de un juzgado lo estaba logrando. Me sentía feliz, pleno,
lleno de vida nuevamente. Nada ni nadie podía hacerme dudar de mi mismo.
Entonces sucedió, mi pasado volvió y me explotó en la cara. Siempre dicen que cuando todo va
especialmente bien deberíamos prepararnos para recibir un golpe que compense y
equilibre de nuevo la balanza. En mi caso, no estaba preparado para el golpe,
no lo esperaba y además fue demasiado duro. Si no hubiera sido por tus padres,
ahora lo más seguro es que no estuviera aquí.
-Cariño, por favor…-ella podía
sentir su dolor.
-Kate, por favor. Solo deja que
termine-decía Rick mirando a su novia- después de aquello, tú reapareciste en
mi vida por así decirlo. Descubrí a la Kate Beckett de la que todos me
hablaban, y me enamoré de ella. Y por extraño que parezca tú lo hiciste de mí.
Así que de nuevo volvía a sentirme bien, feliz, pleno. Pero algo dentro de mí
no estaba bien, y aun hoy no lo está. Necesito salir de esta ciudad, necesito
recargarme, necesito procesar todo lo que ha sucedido en mi vida no solo en
este último año sino también en los dos años anteriores. Necesito procesar que
mi mejor amigo fue asesinado por dos policías corruptos, que fui perseguido por
ellos, detenido, juzgado y que eso no sucedió una sola vez. Necesito procesar
que esos policías me tendieron una trampa para así poder terminar conmigo.
Necesito procesar que si en mi vida no hubiera existido una Kate Beckett ahora
estaría como poco en la cárcel y como mucho muerto. Necesito procesar que por
un momento mi madre no confió en mí, y pensó que el “malo” de la película era
yo. –Las lágrimas surcaban la cara de Rick- Kate, me estoy ahogando, siento que
me voy hundiendo cada día un poco más, siento que lo único que aun hace que me
mantenga a flote eres tú. Y no quiero que cargues con ese peso, quiero ser capaz
de ofrecerte lo mejor de mí. Quiero poder darme por entero a ti. Quiero que
seas totalmente feliz. Pero para que todo eso suceda, necesito curarme.
-Rick, oh mi amor, ¿qué puedo
hacer para ayudarte? ¿Cómo no he sido capaz de darme cuenta de tu dolor? ¿Cómo
no he visto que tus bromas y tu sonrisa escondían tanto dolor? - Kate no podía
dejar de llorar, no quería que su amor sufriera de aquella forma.
-Kate, nada de esto es culpa
tuya. Al contrario, sólo tú eres la responsable de que aun esté en pie. Pero
necesito irme. Kate, mi viaje es a Escocia. Henry vive allí desde hace cinco
años, y es allí donde voy a pasar todo el verano.
-¿Todo el verano? En Escocia.
-Lo siento, pero …
-Vale. No te disculpes. No es lo
que tenía planeado para este verano, pero, entiendo que necesitas alejarte,
recuperarte, cargarte de energía, dejar de una vez por todas tu pasado tras de
ti. No voy a negarte que me encantaría que lo hicieras aquí junto a mí. Pero
entiendo tu decisión. Solo te voy a pedir
una cosa, y es que no olvides que yo estoy aquí, por favor llámame, cuéntame
cómo te va allí, como te vas sintiendo, deja que aun en la distancia forme
parte de tu recuperación.
-Como voy a olvidarme de ti, eres
lo mejor que me ha pasado en la vida. Te quiero Kate Beckett- dijo con total sinceridad.
-Te quiero Richard Rodgers.
Sus bocas se fueron acercando y
sellaron su declaración con un beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario