TIEMPO PRESENTE
Nada ha vuelto a ser lo mismo desde la puñetera misión. Cada noche
cuando me voy a mi cama sólo puedo pensar en que él no está junto a mí. En que
él estará en la cama de Lanie, odio a mi amiga.
Mis labios echan de menos a sus nuevos amigos, mis manos extrañan sus
manos. Necesito ver su sonrisa, necesito escucharle llamarme preciosa, cariño.
Estoy locamente enamorada de ese hombre. Mierda me he ido a enamorar
del único hombre prohibido de toda la ciudad de NY.
Esta noche saldré de caza. Decidido buscaré un tipo que no esté mal y
me lo llevaré a la cama. Así borraré su imagen de mi cerebro.
Pues aquí estoy en La Guarida, me encanta esta vieja taberna. Me tomaré
una cerveza. Mira aquel tío no hace otra cosa que mirarme, la verdad es que no
está nada mal. Le voy a sonreír. Perfecto viene hacia mí, la sonrisa ha surtido
efecto.
-Hola preciosa – preciosa no, eso
sólo me lo puede llamar Castle- ¿te apetece tomarte una copa conmigo?
-Claro, la noche es joven y
quiero divertirme – decido morderme el labio inferior. Sé que eso les vuelve
locos.
-Nos divertiremos, te lo aseguro
–su mano está en mi culo. Claro Kate, te le has insinuado, qué esperabas.
-Veremos que sabes hacer para que
yo me divierta. Soy muy exigente – Kate, frena o el tío te arrastrará a los
baños del local.
Mierda se ha lanzado a mi boca. Sus besos no son como los de Castle, no
me gusta la sensación que estoy sintiendo mientras su lengua juega con la mía.
Esa es mi teta, que la suelte. No quiero que me sobe. A ver Kate, decídete.
Querías follar con un desconocido para olvidarte de Castle, pues aprovecha.
Mierda, no puede ser. Castle está en medio del local mirándome.
Me separo del tío.
-Mira, lo siento, creo que esto
es un error – ale, no quiero seguir con el juego. Quiero ir con Castle.
-Pero ti eres una calienta
pollas. Vete a la mierda – se ha enfadado, en otro momento le habría partido la
cara, pero ahora debo salir tras Castle.
Corre que se va.
-Castle –grito para que pare y me
espere.
Por fin llego a su altura, no se ha parado.
Me ha oído y ha seguido caminando.
-Castle –le tomo del brazo.
Por fin se gira y me mira. Mierda nunca le había visto esa mirada. Echa
fuego por los ojos.
-¿Qué quieres Beckett?
-Yo te he visto en el bar y pensé
que quizás podríamos tomarnos algo juntos – estoy nerviosa.
-Y tu amigo, ¿qué hacemos con é?
¿Yo bebo mientras él te soba o como lo hacemos?
-Vamos, ese tío no es nadie.
-Pues para no ser nadie te estaba
metiendo la lengua hasta la campanilla y sobaba con total libertad tu cuerpo –
está siendo muy desagradable.
-Qué estás insinuando Castle
–estoy va a terminar mal, lo sé.
-Nada Beckett, no insinúo nada.
Solo digo lo que he visto. O me vas a negar que estabas encantada con el tío
ese.
-Si hubiese estado tan encantada
con él, no estaría ahora aquí contigo.
-Igual es que queréis hacer un
trío o algo – se ha pasado.
-Eres idiota Castle – al mismo
tiempo que digo eso le suelto una bofetada.
Vale la noche ha terminado por ser una mierda. Le he pegado a Castle, él
me ha mirado con furia, se ha dado la vuelta y se ha montado en el primer taxi
que ha pasado por allí. Yo he regresado a casa andando, super cabreada, y claro
para que la noche fuera redonda ha comenzado a diluviar. Así que ahora estoy en
casa, empapada, enfadada, y sintiéndome una mierda.
Lo mejor que puedo hacer es darme una ducha y meterme en la cama. Pero
hay algo que no entiendo, ¿por qué se ha enfadado tanto conmigo Castle?
Vaya fin de semana que me he pasado. Todo el día estornudando. Claro
con la manta de agua que me cayó el otro día normal. Lo raro es que no haya
terminado en el hospital. Encima he estado llamando a Castle para disculparme y
no me ha cogido las llamadas. Seguro que estaría en la cama con Lanie. Y yo
mientras aquí medio muerta.
Será mejor que salga de la cama de una santa vez o llegaré tarde al
trabajo.
Bueno pues ya estoy duchadita, pero que bien huelo. Y maquillada casi
no se me notan las ojeras. Debería hacerme una coleta, Castle dijo que me
quedaba genial.
A ver, Kate, qué más da lo que dijera. Lo hacía sólo por la misión,
además recuerda que está con tu amiga.
Te odio. ¿No podrías estar un poco callada? ¿Qué más te da que me haga
ilusiones por un segundo?
Encima me dices que me calle, manda huevos. Pero si eres tú la que no
me deja en paz. Que desde que llegó el nuevo no me dejas descansar ni cinco
minutos. Ni durmiendo me dejas en paz. Todo el rato hablando o pensando en
Castle. Agotadita me tienes Katie, agotadita. Si pudiera cambiarme de cuerpo lo
haría que lo sepas, pero ya ves, tengo que pasar el resto de mi vida siendo la
voz interior de una perturbada.
En la comisaria, y en tiempo, si es que soy la leche. Ale, a ver cómo
narices me comporto con Castle. Igual subo por las escaleras y así pienso en
algo que decirle.
-Kate, hola preciosa – vaya si es
mi amiga.
-Hola Lanie. ¿Qué tal el fin de
semana? –debo ser masoca. Ahora me tocará aguantar lo genial que se lo ha
pasado con mi futuro marido.
-Inolvidable –eso te pasa por
preguntar. A ver si aprendes a tener la boca cerrada- ¿tienes tiempo para un
café y te cuento?
-Voy arriba, y si no tengo nada
bajo a la morgue y hablamos – por favor que haya un muerto.
-Vale, te espero abajo.
Pues esto de subir andando es cansado. Joder si me falta el aire. Creo
que nunca más lo volveré a hacer. Ahora a ver a los chicos y con suerte
tendremos un caso y me libraré de la charla con Lanie.
Katie, ¿pero tú te estás escuchando? Que estás pidiendo que haya un
muerto. Lo que yo decía. Eres una perturbada. Además si hay un muerto te libras
de Lanie pero pasarás todo el tiempo con Castle. Vamos irías de Málaga a
Malagón.
-Buenos días chicos. ¿Qué
tenemos? – qué raro Castle no está.
-Tiempo libre, eso tenemos
Beckett. Está todo super tranquilo – mira que bien. Pues Javi y Ryan están tan
contentos.
-Bueno entonces bajo a tomar un
café con Lanie. Si entra algo me dais un toque.
Venga respira, y adentro.
-Hola Lanie, al final tengo
tiempo para ese café.
-Perfecto – no me había fijado
antes, pero Lanie no tiene buena cara.
-¿Estás bien?
-La verdad es que no. Castle y yo
hemos tenido una super bronca – Kate, como ahora te alegres por ellos me pondré
en huelga.
-Vaya, lo siento. ¿Qué ha pasado?
– no me alegro, es mi amiga, puede que esté algo loca pero no soy mala gente.
- La verdad es que no lo sé. El viernes yo había quedado con mi hermana y
dijimos de vernos más tarde. Cuando él llegó a mi casa venía con un cabreo del
diez. Nada de lo que yo decía le parecía bien.
- Vaya. Yo creía que os iba bien.
- A ver, ni bien ni mal. Nos divertíamos
juntos, pero eso era todo. Los dos sabíamos que lo que teníamos no era serio.
Él no era el hombre de mi vida ni yo era la mujer de su vida. Pero mientras
esas personas llegaban, nosotros lo pasábamos bien.
- ¿Entonces por qué estás mal por
haber terminado con él? Me refiero a que si ambos sabíais lo que había no
deberías estar jodida.
-No estoy mal por haberlo dejado.
Estoy jodida por como ha sucedido. Nunca se me pasó por la cabeza que
terminaríamos con una bronca. Pensé que lo dejaríamos cuando nos cansásemos de
divertirnos sin más.
- Entiendo. Lo siento Lanie
–joder no tengo ni idea de que debería decir.
- No pasa nada. Sólo espero poder
tener una buena relación con él.
-Seguro que lo logras. Oye, y ¿no
sabes la razón del enfado de él?
- Le pregunté un montón de veces,
pero no soltó prenda. Pero yo creo que algo le pasó que le hizo daño. Alguien
le hizo sentirse mal. Seguro que fue la loca de su primera ex mujer.
-Pudiera ser. Bueno y ahora ¿qué
vas a hacer? ¿Vas a intentar recuperar a Javier?
-No lo sé Kate. Le quiero, pero
con Javi todo es complicado. Veremos que nos trae el tiempo. Y tú, ¿qué vas a
hacer?
-¿Yo? – de qué narices habla.
-Sí tú. Vamos Kate, habría que
estar ciega para no ver lo que te pasa.
- ¿De qué narices se supone que
estás hablando?
-Kate querida, a ti te guste
alguien. Se nota a la legua. ¿Qué vas a hacer?
-Venga ya Lanie. No me gusta
nadie. A ti los líquidos de las autopsias te han afectado el cerebro – a ver
como sales de ésta. Porque como le vas a decir que te mueres por los huesos de
Castle.
- A mi no me engañas. A ti te
gusta alguien. ¿Quién es él?
-Que pesada. Ya te eh dicho que
no me gusta ningún tío.
-Ya, y yo me chupo el dedo. Te
gusta alguien, y ¿sabes una cosa? Si es quien yo creo, me alegraría un montón,
porque sois tal para cual – a ver, ¿me está diciendo lo que yo creo que me está
diciendo?
- En serio Lanie, déjalo ya – no
puedo decírselo, joder. Que termina de dejarlo con él.
- Kate precios. La vida son dos
días. Deberías disfrutarlos. No pierdes nada por intentarlo. Arriésgate,
intenta ser feliz por una vez en tu vida. Ponte delante de él y díselo. Dile,
Castle me gustas, y quiero intentar algo contigo.
Vale creo que mi mandíbula se ha desencajado totalmente. Que mi amiga
me está diciendo que salga con su ex. Esto no es sano, no está bien. Ella no
debería estar dándome permiso. Además ni que fuera tan fácil. Igual se lo
suelto a Castle y me manda a la porra.
Katie cariño, si Lanie te está diciendo eso, ¿no crees que será porque
ella sabe algo que tú aún no?
Ya, ¿algo como qué?
Madre mía Katie, no sé cómo has logrado tener alguna relación. ¿Tú por
qué crees que Castle se puso tan cabreado el viernes? No lo pillas, ¿verdad? Le
gustamos. O sea, tú le gustas. Está loquito por tus huesos.
-Kate, ¿me estás escuchando?
–joder, me había olvidado de Lanie.
-Sí, claro.
-Ya, estás en Babia Kate. De
verdad amiga, por mi no hay problema en que lo intentes con Castle. Atrévete.
No hay comentarios:
Publicar un comentario