¿Qué se supone que debo hacer ahora que Lanie me da permiso para liarme
con Castle? Oye estoy esperando una respuesta. Manda huevos pero ahora donde se
ha metido minikate. Joder, bueno no pasa nada. Soy capaz yo sola de encontrar
la respuesta.
-Beckett a mi despacho.
Eso ha sonado feo, creo que el capitán está enfadado.
-Señor, ¿quería algo?
-Si no quisiera algo no la habría
llamado detective – vale, está enfadado.
-Claro señor. Ha sido una
pregunta absurda.
-Sí, lo ha sido. Bueno a ver, el
detective Castle ha solicitado unos días libres. Por lo visto ha pasado algo y
necesita salir de la ciudad – se va, pero no se puede ir. Tengo que hablar con
él.
-¿Y por qué se va? Señor.
-Porque ha pasado algo y tiene
que salir de la ciudad. Beckett ¿tú me prestas atención cuando te hablo, o simplemente
me ignoras?
-Perdón señor, claro que presto
atención. Me refería a que si sabía que le había ocurrido al detective para
tener que ausentarse de la ciudad.
-No, no lo sé. Es su vida privada
y no suelo meterme en la vida de mis hombres. Él sólo ha pedido unos días, no
ha comentado la razón y yo no he preguntado. Y por lo que veo tú tampoco sabes
nada. Por eso te llamaba quería preguntarte si ha pasado algo que haya hecho a
Castle replantearse su estancia en esta comisaria.
-Hasta donde yo sé señor, no ha
pasado nada. Pero ¿crees que va a dejarnos para siempre?
-No lo sé. No me gustaría
perderlo, es un activo para esa comisaria. Así que Beckett vaya y hable con él.
Averigüe en que le podemos ayudar. Es una orden. Vaya ya.
Lanie me da permiso para que lo intente con Castle, el capitán me
ordena que hable con él. Pero donde narices encuentro yo a Castle.
Minikate, sé que he dicho que puedo arreglármelas sin ti, pero te
necesito. Por favor aparece.
Perdona estaba agotada, me tienes agotada Katie. Debo haberme perdido
algo, porque estás histérica. Respira e intenta relajarte porque el corazón
está a punto de salirse del pecho. Y si el corazón se te sale la palmas, y si
tú la palmas yo también lo haré así que relájate. Mientras yo hablaré con tu
memoria para que me cuente qué ha pasado.
Bueno, y ¿piensas quedarte todo el día sentada en tu silla? Deberíamos
ir a casa de Castle a ver si está aún allí. Y por favor si lo encontramos lo
primero que debes hacer es disculparte por la forma en la que actuaste el viernes.
Mierda, aquí no hay nadie, no abre la puerta.
Ya suele suceder eso cuando la gente no llama. Katie por dios llama a
la puerta, es imposible que sepa que estás aquí. Tengo una duda, me vas a
devolver algún día a la Katie inteligente, segura o vas a continuar en este
estado de estupidez el resto de tu vida. Lo digo para ir viendo como me puedo
suicidar. No creo que aguante mucho más esta nueva fase tuya.
Joder, si es que parezco boba desde que Castle apareció en mi vida.
Tengo que solucionar esto como sea.
¿Por qué sigue sin abrir?, si estoy escuchado la tele. Joder, que no he
llamado. Ahora sí ya he dado los golpecitos en la puerta, y se escuchan pasos,
bien me abre.
-Que quieres Beckett.
-Hola, sólo quería saber si
estabas bien – definitivamente tú eres tonta. La respuesta era a ti, Castle te
quiero a ti.
-Pues ya ves que estoy bien.
Ahora ya puedes irte.
-Ya, me alegro.
-Te importa quitar el pie para
que pueda cerrar.
-Sí claro. Perdona – reacciona
Katie por dios que te cierra la puerta en las narices- Espera, Castle hazme
otra vez la pregunta.
La madre que te parió, mira que cara se le ha quedado con eso de hazme
de nuevo la pregunta.
-De qué estás hablando Beckett.
-Pregúntame otra vez que es lo
que quiero.
-Para qué si ya lo sé.
-Pues porque quiero volver a
contestar.
-Beckett, ¿has tomado algo?
Claro piensa que estás borracha o drogada, y lo que pasa es que eres
idiota. Pero qué he hecho yo para terminar siendo tu minikate.
-Joder, Castle. Pregúntame qué es
lo que quiero. Para que te pueda contestar que te quiero a ti. Que por eso he
venido hasta aquí. Que no quiero que te vayas, que te necesito cerca. Venga qué
te cuesta preguntar de nuevo.
- En serio Kate, ¿qué te has
tomado?
-Castle por favor, solo quiero
contestar lo que debería haber dicho la primera vez – vale, tiempo. Por qué
Castle se está descojonando-
-Kate, terminas de decir que me
quieres a mí, que no quieres que me vaya, que me necesitas en tu vida. ¿Acaso
no te has dado cuenta?
-Eh, vale. Estoy nerviosa. Más bien
estoy histérica. No quiero perderte. Me he enamorado de ti. Y pensar que te
puedes ir me hace daño.
-Creo que será mejor que pases.
Nos tomaremos un café y hablaremos. Pero mejor lo haremos dentro o mis vecinos
creerán que ambos estamos locos.
Bueno se lo he dicho y no me ha mandado a la mierda, eso es bueno.
Ya pero hubiera sido mejor si recordaras haberlo dicho.
-Creo que tenemos que hablar.
Kate terminas de decir que me quieres. Y sin embargo me cuesta creerte.
¿Cómo que le cuesta creerme? A ver Katie cariño, que hace tres días un
tío te estaba comiendo la boca y sus manos recorrían tu anatomía. Es normal que
le cueste entenderlo.
-Castle, ¿me puedes dar un vaso
de agua? Es que tengo la garganta seca.
-Claro, ahora mismo te lo traigo.
-Gracias – vale ahora ya has
bebido, así que ponte a hablar de una vez- Castle necesito decirte que me he
enamorado de ti. Al principio cuando te conocí me exasperabas –por fin, ahí
está mi chica inteligente. Por fin ha vuelto- no podía entender tu forma de
actuar. Yo tampoco quería un compañero nuevo, pero ya que me lo habían impuesto
tendría que aceptarlo. Poco a poco eso fue cambiando y a medida que me dejaste
conocerte un poco empecé a sentir cosas diferentes por ti. Empecé a necesitar
tus cafés de por la mañana, tus absurdas teorías, tu sonrisa. Pero cuando me
quise dar cuenta de ello tú habías comenzado algo con mi mejor amiga.
-Kate, yo…
-Deja que termine Rick, por
favor. Porque si paro ahora quizás no vuelva a reunir el valor suficiente para
abrirme a ti. Después llegó nuestra misión, y durante ella me enamoré
perdidamente de ti. Pero tú seguías con Lanie. Por eso el otro día decidí
salir. Necesitaba tratar de olvidarte. Necesitaba sacarte de mi corazón, de mi
cerebro. Todo iba más o menos bien hasta que te vi. No pude continuar, necesité salir corriendo
tras de ti, explicarte que aquel hombre no era nada. Que mi corazón era tuyo.
-Me enfadé. Dios no te puedes
imaginar lo que sentí al verte en brazos de aquel tipo. Estaba besando los
labios por los que muero. Estaba acariciando el cuerpo que me vuelve loco. Si
me llego a quedar allí le habría matado por estar haciendo eso con la mujer a
la que amo.
Oe, oe, oe, oe, oe, me ama. Castle me ama. Soy la caña, él me ama.
Fiesta, que fantástica, fantástica es la fiesta. Nos vamos de fiesta, hay que
celebrarlo. Vale por qué me está mirando con esa cara.
Katie cariño, igual tiene algo que ver el hecho de estar dando saltos
en mitad de su salón, igual eh. Pero vamos que puede que esté equivocada.
-Perdona, yo no quería parecer una
perturbada. Sólo es que me he sentido genial al escuchar que tú también sientes
algo por mí.
-Cariño, me vuelves loco.
Literalmente loco. Lanie y yo hemos terminado.
-Lo sé. Y sabes otra cosa. Ella
me ha dicho que me lanzase que fuera a por ti.
-Es genial esa mujer. Espero que
logre encauzar su relación con Espo. Volviendo a nosotros. Quiero que lo
intentemos, pero quiero ir despacio. Quiero que ambos estemos seguros de que lo
que sentimos es real y no producto de las dos semanas de misión. Te quiero Kate, y quiero que esto funcione. Y
si para ello tenemos que ir con pies de plomo lo haremos.
-Eso significa ¿que no me vas a
besar? Porque me muero por tus labios desde que me has abierto la puerta.
-Preciosa, de mis besos no te vas
a librar. Me encanta besarte. Pero sí que quiero que nos lo tomemos con calma.
-Estoy de acuerdo, yo también
quiero que esto funcione – espera, como de calmado irá esto. Lo digo porque yo
estoy deseando comprobar eso que dijo Lanie de que Castle es un máquina en la
cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario