27 nov 2013

¿Y si fuera ella? 21

La detective Beckett por fin llegaba a casa de su novio. Podía sentir los nervios en su estomago. Aquella seria una conversación dura, debía ser sincera con aquel joven pero sobre todo debía ser sincera con ella misma. La puerta de aquella casa fue abierta por un sonriente Josh, nada más abrir pudo ver que algo no iba del todo bien por el gesto que Kate dibujaba en su rosto.

-Pasa, no te quedes ahí –decía viendo como la detective no se decidía a traspasar esa puerta- supongo que esta noche no se va a parecer en nada a lo que yo tenía pensado.

Beckett se dirigió al salón y se dejo caer en el sofá, se tomo la cabeza entre sus manos y suspiro profundamente.

-Josh tenemos que hablar –por fin pudo pronunciar aquellas palabras que indicaban al médico que efectivamente algo iba mal- porque no te sientas.
-Estoy bien de pie. Kate que pasa, que va mal. Me estás asustando.
-Estoy enamorada, estoy loca y perdidamente enamorada.
-Bueno eso no es malo –viendo la cara de su novia decidió que igual si lo era.
- Cuando tenía 16 años llego a mi instituto un alumno nuevo –decidió que lo mejor sería contar su historia desde el principio- durante un tiempo le odie, era la única persona que sacaba todo lo mala que había en mi. Con tan solo una frase era capaz de hacerme perder la paciencia, era engreído, egocéntrico.
-No entiendo porque me cuentas eso – la verdad es que estaba totalmente perdido.


Kate levanto la cabeza y clavo su mirada en el joven.

-Solo escúchame, necesito que me escuches.
-Está bien. Continua –finalmente decidió sentarse en una silla frente a la detective.
-Una noche nuestros amigos decidieron que por una vez todos teníamos que salir todos juntos, aquella noche descubrí a un chico totalmente diferente. Era divertido, simpático, cariñoso, atento. Al salir de cenar unos policías se metieron con él. Le detuvieron. Mis padres lograron sacarle, él no había hecho nada malo solo había visto hacer algo malo a unos policías corruptos. Después de aquello él y yo nos hicimos inseparables. Y terminamos descubriendo que estábamos enamorados.
-Vale te enamoraste de un compañero cuando tenías 16 años. Kate cariño todos lo hemos hecho. No entiendo a donde quieres llegar.
-Josh, por favor deja que termine y lo entenderás.
-Perdona, sigue.
- Comenzamos a salir, y estar con él era el sueño de cualquier chica o por lo menos era todo lo que yo había soñado. Me hacia feliz. Aquel verano lo pasamos casi enteramente separados él tuvo que viajar fuera del país. Al final nos juntamos y recorrimos España. Fueron los días más felices de mi vida. Dos meses después de volver de nuestras vacaciones él tuvo un accidente de coche. Fue muy grave estuvo muchos meses en coma y cuando por fin despertó no recordaba nada de su vida pasada. Tuvo que aprender de nuevo todo, caminar, hablar, leer. Dos años después de su vuelta a la vida por fin había logrado aprender todo. Pero en el proceso me echo de su lado.
-Lo siento –comenzaba a entender lo que Kate le trataba de explicar.
- Aquello fue tremendamente doloroso. Pero por fin un día comencé a recomponerme. Le amaba pero no le tenía. Y un día de enero, fui totalmente consciente de que nunca volvería. Aquel día era el funeral de mi madre, estaba segura de que él vendría, pero nunca apareció, llegó su madre sola. Le necesité tanto, con él siempre me sentía protegida, me sentía a salvo. Así que cree un muro que me protegería de todo y de todos.

Josh tan solo podía ver como las lágrimas corrían por las mejillas de la que hasta era noche era su novia. Estaba viendo el dolor de aquella mujer por haber perdido su anclaje al mundo de los vivos.

-Y de repente hace un año, él apareció de nuevo en mi vida. Volvió a poner mi mundo del revés. Y en el mismo instante en el que lo vi frente a mí, todos mis sentimientos volvieron. Todo el amor que había escondido bajo capas y capas de muro volvió. Le amaba como siempre había hecho. Pero él continuaba sin saber quién era yo. Este año nos hemos ido acercando, le he podido sentir a mi lado, he podido sentir como algo parecía nacer de nuevo entre nosotros.
-Castle. Me estás hablando del escritor. ¡Joder! Si no podía ser normal que en nuestras conversaciones siempre saliera su nombre a relucir –estaba enfadado, tremendamente enfadado y sobre todo decepcionado- si estas enamorada de él porque decidiste empezar nada conmigo. Tan solo he sido un juego para ti,¿ no es así detective?
-No, nunca has sido un juego. Realmente me gustas, me gustas mucho. Pero con eso no basta. Pensé que con el tiempo podría llegar a enamorarme de ti. Pero solo ha hecho falta que él reapareciera después de la ausencia de este verano para que mi corazón comenzase de nuevo a galopar. Tan solo ha hecho falta que hoy Castle haya estado desaparecido para saber que si él me falta me moriría. Lo siento Josh, pero contra el amor que siento por Castle no puedo luchar.
-Pero ¿por que comenzaste conmigo?, no lo entiendo. Si sabias que aun le amabas ¿por que has jugado conmigo?
-Lo siento, Rick decidió que tenía que pasar el verano fuera. Y yo creí que 17 años habían sido suficientes esperándole. Creía que no tenía nada que hacer, que nunca le volvería a tener. Y entonces apareciste tú. Me gustaste y creí que podría tener algo contigo y que con el tiempo llegaría a quererte como le quiero a él. Pero no será así. Lo siento Josh, siento el daño que te he causado. Pero no puedo luchar contra mi corazón. No puedo luchar contra el AMOR.
-Kate, lárgate. Sal de mi casa. Olvídame. Yo tratare de olvidarme de ti.
-Josh, por favor. Solo quería ser sincera contigo y conmigo. Siento haberte dañado –decía poniéndose en pie y acercándose al joven-
-Lo sé, y con el tiempo te lo agradeceré pero entiende que hoy no sea el día. Kate –decía cuando ella ya estaba en la puerta- espero que logres ser feliz.

Aquel día el escritor Richard Castle envió a sus mensajeros a todos los rincones de la galaxia conocida hasta entonces. Aquella noche era la elegida para elevar al trono a la nueva reina. Para fecha tan señalada debían estar presentes los embajadores de todos los reinos amigos.
Las puertas del ascensor de la comisaria numero 12 se abrieron de aquella maquina del pasado salieron dos hombres ataviados con capas marrones que cubrían sus túnicas blancas, en sus cinturas portaban sus sables. Se acercaron hasta la zona de detectives.

-Buenos días, buscamos a la embajadora Beckett. Traemos  un documento de vital importancia.

Los detectives alucinaban, quienes eran aquellos locos, y porque preguntaban por Kate llamándola embajadora.

-Yo soy Beckett –decía la detective dando un paso al frente.

Uno de los hombres daba un paso al frente y tras hacer una reverencia entregaba el sobre lacrado.

-Embajadora Beckett, el Lord Canciller nos ha enviado con una importante misión. Debemos entregar este sobre y esperar su contestación.
En aquel momento la detective fue consciente de que todo había sido montado por Castle, y no pudo por más que sonreír.Tomó el sobre entre sus manos, rompió el sello lacrado y tras tomar asiento en su silla comenzó a leer finalizada la lectura tomó un folio y escribió su respuesta en él. Ante la falta de lacre decidió cerrarlo con un hilo azul que encontró en su cajón de los secretos.

-Mensajero, aquí está mi respuesta para el Lord Canciller. Pueden continuar con su misión.

El resto de policías allí presentes aun miraban con cara de alucine toda la escena. Pero más alucinaron cuando uno tras otro fueron recibiendo sobres similares al que le había sido entregado a Beckett. Finalmente los hombres se encaminaron hasta el despacho de la capitán Gates, tras permanecer varios minutos allí y habiendo realizado varias llamadas telefónicas, la capitán también entrego su respuesta.
A lo largo de la mañana aquellos mensajeros realizaron entregas similares en el Ayuntamiento, Editorial, Morgue, Colegio, Hospital. Al caer la tarde cerca de sesenta sobre habían sido entregados por toda la ciudad.

Kate y Laine comentaban lo ocurrido en casa de la primera tomando una copa de vino.

-Está loco, eso no me lo puedes negar Kate. A nadie en su sano juicio se le ocurre montar algo así.
-La verdad es que me ha dejado sin palabras. Cuando he visto salir a esos tipos del ascensor así vestidos y han preguntado por la embajadora Beckett he pensado que estaban fumados.
-Y Gates !ha aceptado! Yo creía que pondría el grito en el cielo.
-La verdad que a mí también me ha sorprendido. Pero tras llamar varias veces por teléfono no le ha quedado más remedio que aceptar. Supongo que el alcalde se lo habrá ordenado.
-Y bueno ¿que ponía en tu invitación?
-Míralo tú misma –decía Kate tendiendo el sobre a su amiga- 

a new queen

It´s time that our alliance is led by a new queen, to take us to final victory against our dangerous enemy.FRIDAY is the day chosen for the Princess Alexis becomes our new guide. accompanying the force in all decisions.expect the presence of all our allies  from 5 pm in the nave of the Queen
As you are the preceptor of Queen should be in the meeting point at 1:00 p.m.
Chancellor of Queen

-La verdad, es que este novio tuyo se lo ha currado.
-Laine, no es mi novio, cuantas veces te lo voy a tener que decir. Aun no hemos hablado de lo que sucedió la otra noche.
-¿Y hasta cuando vais a estar esperando? Kate cariño, es hora de que alguien tome el toro por los cuernos y si no es él tendrás que ser tú.

El escritor se encontraba en su despacho repasando la lista. Todos aquellos que habían confirmado su asistencia ya tenían en su poder la ropa que debían ponerse. Tenía frente a él los bocetos de cada traje.
Esposito, Ryan y el resto de hombres asistentes vestirían igual. Los vestidos del resto de las mujeres asistentes a la fiesta, quitando su madre, Gates, Laine y Kate serian iguales. Por último él será Darth Vader. Los niños vestirán como quieran, a fin de cuentas son niños.
Castle comprobaba de nuevo que junto con los trajes cada invitado hubiera recibido su sable láser.
Respiró medio tranquilo aún le quedaban dos días para tener todo organizado. En aquel momento decidió que necesitaba una buena dosis de cafeína para poder continuar con la planificación.Ya de vuelta en su despacho con la taza de café aun humeante, prosiguió con la tarea.
Era el momento de mandar un mail a la empresa de catering, tenía que dejar bien claro que todos y cada uno de los camareros debían aparecer vestidos o bien de R2D2 o de C3PO. Al día siguiente llegarían a la empresa de catering los disfraces en número suficiente para los diez camareros que estarían en la fiesta.La decoración estaba decidida tan solo necesitaba que sus mujeres abandonaran el loft por unos días para que pudiera ser colocada. Así que esa misma noche les reservo una suite en el mejor hotel de Nueva York. Realmente estaba agotado, así que por fin decidió acostarse.


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