AÑOS DESPUES
-Beckett – contestaba de la forma
habitual en ella- de acuerdo nos vemos allí –tras colgar tomaba su cazadora,
las llaves de su coche, recogía su pistola y su placa y salía de su
apartamento.
Conducía por las calles de NY
dirigiéndose hacia el lugar indicado por su compañero.
Detenía su coche frente aquel
edificio de apartamentos, en la puerta del mismo un hombre latino la esperaba.
-Buenos días jefa –decía aquel
hombre cuando Beckett llegó a su altura.
- Hola Javi, ¿qué sabemos? Ryan y
Laine ¿están dentro?
Mientras el ascensor ascendía
hasta el 9º piso, Javier Esposito le iba poniendo en antecedentes.
-La víctima es una mujer joven,
rondando los 30 años. Rubia, ojos azules, fue encontrada sin vida por la
asistenta cuando la misma llegó al trabajo esta mañana. Hay signos de lucha en
la vivienda.
Ambos detectives hacían su
entrada en la vivienda, Laine llamaba su atención desde la habitación donde se
encontraba el cadáver.
-Hola preciosa, vaya forma de comenzar
el día –decía la forense.
-Ya, ¿qué tenemos? Laine.
Mientras la forense iba
explicando poco más o menos lo que ya sabía por Esposito, Beckett recorría con
su mirada toda la habitación. Algo de lo dicho por la doctora hizo que su
atención se centrara de nuevo en la victima.
-¿Estás segura de que ha sufrido
una agresión sexual? –Preguntaba con un tono especialmente serio- ¿Sabemos algo
de la posible causa de la muerte?
-Por las petequias de los ojos,
la causa más probable es la estrangulación. Respecto a si estoy segura de que
ha habido agresión sexual no lo podre confirmar al 100% hasta que practique la
autopsia, pero estoy casi segura. Existen signos de violencia en la parte
interna de muslos. Aparte hay claros indicios de que la víctima se defendió. Y
no, no se la hora exacta de la muerte, solo te puedo decir el más que probable
intervalo de tiempo en el que pudo suceder: fue entre las 00:00 horas y las 2:00
por el enfriamiento que el cadáver ha sufrido ya. Pero la hora exacta te la
podre decir cuando termine la autopsia.
Ya en la comisaria la detective
se preparaba su café matutino, y tras ello comenzaba su investigación.
-Espo, ¿qué hemos descubierto a
cerca de la victima?
-A parte de lo que ya te comenté,
hemos averiguado su nombre –miraba sus notas, para no olvidarse de nada- Rachel
Norton, 32 años. Trabajaba de fotógrafa. Ryan ha ido a ver qué averigua en su
lugar de trabajo. Yo espero a su compañera de piso, Nancy Pristol, está a punto
de llegar, por lo visto ayer no fue a dormir a casa.
-Está bien, mantenerme informada
de lo que vayáis descubriendo. Yo bajo a la morgue, he recibido un mensaje de
Laine. Tiene algo para nosotros.
-Hola, si que has sido rápida en
bajar preciosa –sin dejar de continuar con lo que se encontraba haciendo, la forense
lanzó una pregunta- preciosa ¿estás bien?
-Laine, ¿qué tienes para mí?
Porque supongo que no me has hecho bajar aquí para preguntarme como estoy.
-No, claro que tengo algo para ti
pero también quería preguntarte si va todo bien. Te noto rara esta mañana.
Se notaba la preocupación de la
forense por la que ella consideraba su amiga.
-Mira, hagamos una cosa: primero
me dices que has descubierto y luego yo te cuento que me pasa –sabía que de
nada le serviría decir que estaba bien, aquella mujer había llegado a conocerla
mejor que nadie.
-Trato hecho –decía totalmente
conforme la forense- como bien había supuesto, la señorita Norton fue víctima
de una agresión sexual, y la causa de la muerte fue una estrangulación.
Lamentablemente, el agresor uso preservativo, así que no existen resto de
semen, y tampoco ninguna huella ya que debió de usar guantes. Lo que si he
podido descubrir, es que puso más fuerza en la mano izquierda que en la derecha
a la hora de apretar el cuello de la víctima. Otra cosa, he encontrado un
cabello que no pertenece a la víctima, lo estoy analizando para ver si nos da
ADN. Y de momento eso es todo lo que te
puedo decir.
-Perfecto, gracias Laine. Cuando
tengas los resultados de ADN avísame y ahora voy a ver si Espo y Ryan han
descubierto algo más –decía intentando escabullirse de lo que vendría ahora.
-Perdona, pero tú no vas a ningún
lado mientras no me cuentes que te pasa –decía la forense colocando sus brazos
en jarra.
-No me escapo, ¿no? –Decía la
detective poniendo los ojos en blanco- Está bien. A ver, nunca te has
despertado con la sensación de que va a pasar algo. Y que hagas lo que hagas no
podrás evitar que eso suceda. Pues tengo esa sensación desde que anoche me fui
a la cama e intenté dormir. Digo intenté porque me he asado toda la noche en
blanco. No sé cómo explicarlo, pero creo pronto mi mundo va a verse tambaleado,
y eso me angustia, el estar convencida de que algo va a suceder y no saber que
es o cuando va a pasar.
-Y desde cuando Kate Beckett,
alias “hay una explicación para todo”, cree en las intuiciones. –Viendo la cara
de su amiga, sabía que realmente estaba asustada- mira cariño, sea lo que sea
que pase, si es que pasa algo, yo estaré aquí. Lo sabes ¿verdad?
Ya de vuelta de la morgue, la
detective se dirigía hacia donde se encontraban sus compañeros Esposito y Ryan
para que la pusieran al día de lo descubierto. Justo en ese momento la puerta
del despacho del capitán se abría saliendo del mismo el capitán Gates.
-Detectives, podrían prestar un
poco de atención –cuando tenía las miradas de todos sobre ella, Gates comenzó a
hablar- gracias, quería presentarles a la nueva incorporación de la 12.
Acérquese agente –decía esto girándose hacia la puerta- les presento a la
Agente Liz, desde hoy mismo forma parte de esta comisaria.
Ante ellos aparecía la persona
que Gates había llamado Agente Liz. Era una joven que no aparentaba tener más
de 25 años, morena, pelo largo que aquella mañana había decidido dejar suelto,
más o menos 1,75 de altura, ojos verdes azulados.
Junto a ella se encontraba un
precioso ejemplar de pastor alemán. La agente Liz dio un paso al frente.
-¿Qué tal? –Decidió coger el toro
por los cuernos y presentarse- mi nombre es Elisabeth, nací en España, pero hace
ya muchos años que resido en NY. Me gusta y por lo tanto prefiero que la gente
me llame Liz. El perro que veis a mi lado es mi compañero, y responde al nombre
de Niveo. Hasta hace 1 mes ambos trabajamos en desaparecidos, pero pedimos el
traslado a homicidios. Espero que nos llevemos bien y que el trabajo que tanto
Niveo como yo realicemos sea útil para la 12.
Tras las presentaciones de rigor,
cada uno volvió a su rutina.
-Y bien chicos, que habéis
descubierto –preguntaba Beckett a su equipo.
Espo se acercaba hasta la pizarra
y comenzaba su relato.
-Por lo que nos ha contado la
compañera de piso de la víctima. Parece ser que Rachel hacia poco más de dos
semanas que había terminado con una relación sentimental. Por lo que Nancy ha
dicho, la decisión de terminar la tomó la víctima ya que últimamente lo único
que hacían ella y su pareja era discutir.
-Sabemos el nombre de ese novio
–preguntaba la detective.
-Castle, Richard Castle. Le
estamos intentando localizar pero aun no hemos podido dar con él.
-Has dicho Richard Castle
–preguntaba Beckett- ¿el famoso escritor de novelas de policiacas?
-El mismo. Parece ser que ambos
se conocieron hace unos 7 meses cuando Rachel fue contratada por la editorial
para la que escribe el señor Castle para hacer un reportaje sobre la casa del
escritor –decía Espo- porque como ya sabrás el señor Castle nunca ha sido
fotografiado, se dice que incluso la apariencia que muestra en sus firmas de
libros no es la verdadera.
-Intenta localizarle a través de
la editorial. Necesitamos interrogarle. Ryan y t-u que has descubierto en el
trabajo –se giraba la detective hacia su compañero.
-Veamos, parece ser que hace 2
días la señorita Norton tuvo una pela con un sujeto llamado Alex Nobel.
Interesante el señor Nobel, he logrado sus antecedentes y tiene de todo.
Condenas por tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, agresiones. Aquí
tengo su última dirección conocida, ahora pensaba ir a buscarle –decía de
corrido Ryan.
-Bien, Espo tú ves a la editorial
del señor Castle a ver si te ayudan a localizarle. Ryan tú ves a buscar a Nobel
y que te acompañe la agente Liz –decía esto girándose hacia donde se encontraba
la joven agente- yo volveré a la morgue a ver si Laine tiene ya los resultados
de ADN.
Niveo perseguía al sospechoso que
minutos antes había dejado KO al inspector Ryan, tras Niveo se veía correr a la
agente Liz. Finalmente el sospechoso fue alcanzado por Niveo que se lanzó a su
tobillo, mordiéndolo con fiereza. Pocos segundos después hacia acto de
presencia la agente. Inmediatamente mandó a Niveo que soltase su presa, en
cuanto el can la obedeció, la agente agarró por las solapas de la chaqueta al
sospechoso y lo empotró contra la pared.
-Estate quieto de una puta
vez-decía la agente.
-Estate quieto de una puta
vez-decía la agente- ¿En serio creías que te irías de rositas habiendo atacado
a un poli? mira ahora te voy a soltar y quiero que no te muevas, porque si lo
haces te voy a dar hostias en tol´cielo de la boca. -viendo la cara de
desconcierto que ponía el sujeto la agente decidió explicarle- Te estoy
diciendo que como se te ocurra mover aunque sea solo un pelo te voy a dar una
somanta de palos que vas a tener que pasar por el hospital antes de ir a
comisaria.
Ya en comisaría, Ryan interrogaba
a Nobel. Esposito que por fin había logrado localizar al señor Castle hacía su
entrada en su departamento seguido de cerca por el escritor. Beckett aparecía
también con los resultados de las pruebas de ADN, los resultados confirmaban
que el cabello no era de la víctima, sino de un hombre pero desgraciadamente
fuese quien fuese no estaba en el sistema.
-Beckett, tengo en la sala de
interrogatorios 3 al señor Castle -decía Espo- ¿vamos juntos?
-Claro Espo, vamos ya tengo ganas
de ver que cuenta el ex novio acerca de las peleas -decía la detective.
Ambos caminaban hacia la sala de
interrogatorios, Espo abría la puerta entrando ambos en la sala.
-Señor Castle, soy la detective
Beckett a mi compañero ya le conoce. Gracias por haber accedido a venir hasta
aquí para responder a unas cuestiones.
Lentamente Castle fue dándose la
vuelta para quedar de cara a la persona de la que provenía la voz.
-¿Acaso tenía otra opción?
encantado de conocerla-decía tendiendo su manos y esperando que la misma fuera
aceptada por la detective.
El mundo de la detective Beckett
terminaba de explotar. Ante ella se encontraba su pasado. Ante ella se
encontraba el que para ella continuaba siendo Richard Rodgers, el como ella
siempre había dicho, el amor de su vida.
No era capaz de reaccionar, la
mano del escritor continuaba tendida esperando a ser aceptada.
Ella tan solo quería salir
corriendo de aquella sala de interrogatorios.
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