12 nov 2013

¿Y si fuera ella? 9

AÑOS DESPUES
-Beckett – contestaba de la forma habitual en ella- de acuerdo nos vemos allí –tras colgar tomaba su cazadora, las llaves de su coche, recogía su pistola y su placa y salía de su apartamento.
Conducía por las calles de NY dirigiéndose hacia el lugar indicado por su compañero.
Detenía su coche frente aquel edificio de apartamentos, en la puerta del mismo un hombre latino la esperaba.
-Buenos días jefa –decía aquel hombre cuando Beckett llegó a su altura.
- Hola Javi, ¿qué sabemos? Ryan y Laine ¿están dentro?
Mientras el ascensor ascendía hasta el 9º piso, Javier Esposito le iba poniendo en antecedentes.
-La víctima es una mujer joven, rondando los 30 años. Rubia, ojos azules, fue encontrada sin vida por la asistenta cuando la misma llegó al trabajo esta mañana. Hay signos de lucha en la vivienda.
Ambos detectives hacían su entrada en la vivienda, Laine llamaba su atención desde la habitación donde se encontraba el cadáver.
-Hola preciosa, vaya forma de comenzar el día –decía la forense.
-Ya, ¿qué tenemos? Laine.
Mientras la forense iba explicando poco más o menos lo que ya sabía por Esposito, Beckett recorría con su mirada toda la habitación. Algo de lo dicho por la doctora hizo que su atención se centrara de nuevo en la victima.
-¿Estás segura de que ha sufrido una agresión sexual? –Preguntaba con un tono especialmente serio- ¿Sabemos algo de la posible causa de la muerte?
-Por las petequias de los ojos, la causa más probable es la estrangulación. Respecto a si estoy segura de que ha habido agresión sexual no lo podre confirmar al 100% hasta que practique la autopsia, pero estoy casi segura. Existen signos de violencia en la parte interna de muslos. Aparte hay claros indicios de que la víctima se defendió. Y no, no se la hora exacta de la muerte, solo te puedo decir el más que probable intervalo de tiempo en el que pudo suceder: fue entre las 00:00 horas y las 2:00 por el enfriamiento que el cadáver ha sufrido ya. Pero la hora exacta te la podre decir cuando termine la autopsia.
Ya en la comisaria la detective se preparaba su café matutino, y tras ello comenzaba su investigación.
-Espo, ¿qué hemos descubierto a cerca de la victima?
-A parte de lo que ya te comenté, hemos averiguado su nombre –miraba sus notas, para no olvidarse de nada- Rachel Norton, 32 años. Trabajaba de fotógrafa. Ryan ha ido a ver qué averigua en su lugar de trabajo. Yo espero a su compañera de piso, Nancy Pristol, está a punto de llegar, por lo visto ayer no fue a dormir a casa.
-Está bien, mantenerme informada de lo que vayáis descubriendo. Yo bajo a la morgue, he recibido un mensaje de Laine. Tiene algo para nosotros.
-Hola, si que has sido rápida en bajar preciosa –sin dejar de continuar con lo que se encontraba haciendo, la forense lanzó una pregunta- preciosa ¿estás bien?
-Laine, ¿qué tienes para mí? Porque supongo que no me has hecho bajar aquí para preguntarme como estoy.

-No, claro que tengo algo para ti pero también quería preguntarte si va todo bien. Te noto rara esta mañana.
Se notaba la preocupación de la forense por la que ella consideraba su amiga.
-Mira, hagamos una cosa: primero me dices que has descubierto y luego yo te cuento que me pasa –sabía que de nada le serviría decir que estaba bien, aquella mujer había llegado a conocerla mejor que nadie.
-Trato hecho –decía totalmente conforme la forense- como bien había supuesto, la señorita Norton fue víctima de una agresión sexual, y la causa de la muerte fue una estrangulación. Lamentablemente, el agresor uso preservativo, así que no existen resto de semen, y tampoco ninguna huella ya que debió de usar guantes. Lo que si he podido descubrir, es que puso más fuerza en la mano izquierda que en la derecha a la hora de apretar el cuello de la víctima. Otra cosa, he encontrado un cabello que no pertenece a la víctima, lo estoy analizando para ver si nos da ADN.  Y de momento eso es todo lo que te puedo decir.
-Perfecto, gracias Laine. Cuando tengas los resultados de ADN avísame y ahora voy a ver si Espo y Ryan han descubierto algo más –decía intentando escabullirse de lo que vendría ahora.
-Perdona, pero tú no vas a ningún lado mientras no me cuentes que te pasa –decía la forense colocando sus brazos en jarra.
-No me escapo, ¿no? –Decía la detective poniendo los ojos en blanco- Está bien. A ver, nunca te has despertado con la sensación de que va a pasar algo. Y que hagas lo que hagas no podrás evitar que eso suceda. Pues tengo esa sensación desde que anoche me fui a la cama e intenté dormir. Digo intenté porque me he asado toda la noche en blanco. No sé cómo explicarlo, pero creo pronto mi mundo va a verse tambaleado, y eso me angustia, el estar convencida de que algo va a suceder y no saber que es o cuando va a pasar.
-Y desde cuando Kate Beckett, alias “hay una explicación para todo”, cree en las intuiciones. –Viendo la cara de su amiga, sabía que realmente estaba asustada- mira cariño, sea lo que sea que pase, si es que pasa algo, yo estaré aquí. Lo sabes ¿verdad?

Ya de vuelta de la morgue, la detective se dirigía hacia donde se encontraban sus compañeros Esposito y Ryan para que la pusieran al día de lo descubierto. Justo en ese momento la puerta del despacho del capitán se abría saliendo del mismo el capitán Gates.
-Detectives, podrían prestar un poco de atención –cuando tenía las miradas de todos sobre ella, Gates comenzó a hablar- gracias, quería presentarles a la nueva incorporación de la 12. Acérquese agente –decía esto girándose hacia la puerta- les presento a la Agente Liz, desde hoy mismo forma parte de esta comisaria.
Ante ellos aparecía la persona que Gates había llamado Agente Liz. Era una joven que no aparentaba tener más de 25 años, morena, pelo largo que aquella mañana había decidido dejar suelto, más o menos 1,75 de altura, ojos verdes azulados.
Junto a ella se encontraba un precioso ejemplar de pastor alemán. La agente Liz dio un paso al frente.
-¿Qué tal? –Decidió coger el toro por los cuernos y presentarse- mi nombre es Elisabeth, nací en España, pero hace ya muchos años que resido en NY. Me gusta y por lo tanto prefiero que la gente me llame Liz. El perro que veis a mi lado es mi compañero, y responde al nombre de Niveo. Hasta hace 1 mes ambos trabajamos en desaparecidos, pero pedimos el traslado a homicidios. Espero que nos llevemos bien y que el trabajo que tanto Niveo como yo realicemos sea útil para la 12.
Tras las presentaciones de rigor, cada uno volvió a su rutina.
-Y bien chicos, que habéis descubierto –preguntaba Beckett a su equipo.
Espo se acercaba hasta la pizarra y comenzaba su relato.
-Por lo que nos ha contado la compañera de piso de la víctima. Parece ser que Rachel hacia poco más de dos semanas que había terminado con una relación sentimental. Por lo que Nancy ha dicho, la decisión de terminar la tomó la víctima ya que últimamente lo único que hacían ella y su pareja era discutir.
-Sabemos el nombre de ese novio –preguntaba la detective.
-Castle, Richard Castle. Le estamos intentando localizar pero aun no hemos podido dar con él.
-Has dicho Richard Castle –preguntaba Beckett- ¿el famoso escritor de novelas de policiacas?
-El mismo. Parece ser que ambos se conocieron hace unos 7 meses cuando Rachel fue contratada por la editorial para la que escribe el señor Castle para hacer un reportaje sobre la casa del escritor –decía Espo- porque como ya sabrás el señor Castle nunca ha sido fotografiado, se dice que incluso la apariencia que muestra en sus firmas de libros no es la verdadera.
-Intenta localizarle a través de la editorial. Necesitamos interrogarle. Ryan y t-u que has descubierto en el trabajo –se giraba la detective hacia su compañero.
-Veamos, parece ser que hace 2 días la señorita Norton tuvo una pela con un sujeto llamado Alex Nobel. Interesante el señor Nobel, he logrado sus antecedentes y tiene de todo. Condenas por tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, agresiones. Aquí tengo su última dirección conocida, ahora pensaba ir a buscarle –decía de corrido Ryan.
-Bien, Espo tú ves a la editorial del señor Castle a ver si te ayudan a localizarle. Ryan tú ves a buscar a Nobel y que te acompañe la agente Liz –decía esto girándose hacia donde se encontraba la joven agente- yo volveré a la morgue a ver si Laine tiene ya los resultados de ADN.
Niveo perseguía al sospechoso que minutos antes había dejado KO al inspector Ryan, tras Niveo se veía correr a la agente Liz. Finalmente el sospechoso fue alcanzado por Niveo que se lanzó a su tobillo, mordiéndolo con fiereza. Pocos segundos después hacia acto de presencia la agente. Inmediatamente mandó a Niveo que soltase su presa, en cuanto el can la obedeció, la agente agarró por las solapas de la chaqueta al sospechoso y lo empotró contra la pared.
-Estate quieto de una puta vez-decía la agente.
-Estate quieto de una puta vez-decía la agente- ¿En serio creías que te irías de rositas habiendo atacado a un poli? mira ahora te voy a soltar y quiero que no te muevas, porque si lo haces te voy a dar hostias en tol´cielo de la boca. -viendo la cara de desconcierto que ponía el sujeto la agente decidió explicarle- Te estoy diciendo que como se te ocurra mover aunque sea solo un pelo te voy a dar una somanta de palos que vas a tener que pasar por el hospital antes de ir a comisaria.
Ya en comisaría, Ryan interrogaba a Nobel. Esposito que por fin había logrado localizar al señor Castle hacía su entrada en su departamento seguido de cerca por el escritor. Beckett aparecía también con los resultados de las pruebas de ADN, los resultados confirmaban que el cabello no era de la víctima, sino de un hombre pero desgraciadamente fuese quien fuese no estaba en el sistema.
-Beckett, tengo en la sala de interrogatorios 3 al señor Castle -decía Espo- ¿vamos juntos?
-Claro Espo, vamos ya tengo ganas de ver que cuenta el ex novio acerca de las peleas -decía la detective.
 Ambos caminaban hacia la sala de interrogatorios, Espo abría la puerta entrando ambos en la sala.
-Señor Castle, soy la detective Beckett a mi compañero ya le conoce. Gracias por haber accedido a venir hasta aquí para responder a unas cuestiones.
Lentamente Castle fue dándose la vuelta para quedar de cara a la persona de la que provenía la voz.
-¿Acaso tenía otra opción? encantado de conocerla-decía tendiendo su manos y esperando que la misma fuera aceptada por la detective.
El mundo de la detective Beckett terminaba de explotar. Ante ella se encontraba su pasado. Ante ella se encontraba el que para ella continuaba siendo Richard Rodgers, el como ella siempre había dicho, el amor de su vida.
No era capaz de reaccionar, la mano del escritor continuaba tendida esperando a ser aceptada.

Ella tan solo quería salir corriendo de aquella sala de interrogatorios.

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