29 oct 2013

Compañeros 11

¿Qué se supone que debo hacer ahora que Lanie me da permiso para liarme con Castle? Oye estoy esperando una respuesta. Manda huevos pero ahora donde se ha metido minikate. Joder, bueno no pasa nada. Soy capaz yo sola de encontrar la respuesta.
-Beckett a mi despacho.
Eso ha sonado feo, creo que el capitán está enfadado.
-Señor, ¿quería algo?
-Si no quisiera algo no la habría llamado detective – vale, está enfadado.
-Claro señor. Ha sido una pregunta absurda.
-Sí, lo ha sido. Bueno a ver, el detective Castle ha solicitado unos días libres. Por lo visto ha pasado algo y necesita salir de la ciudad – se va, pero no se puede ir. Tengo que hablar con él.
-¿Y por qué se va? Señor.
-Porque ha pasado algo y tiene que salir de la ciudad. Beckett ¿tú me prestas atención cuando te hablo, o simplemente me ignoras?
-Perdón señor, claro que presto atención. Me refería a que si sabía que le había ocurrido al detective para tener que ausentarse de la ciudad.
-No, no lo sé. Es su vida privada y no suelo meterme en la vida de mis hombres. Él sólo ha pedido unos días, no ha comentado la razón y yo no he preguntado. Y por lo que veo tú tampoco sabes nada. Por eso te llamaba quería preguntarte si ha pasado algo que haya hecho a Castle replantearse su estancia en esta comisaria.
-Hasta donde yo sé señor, no ha pasado nada. Pero ¿crees que va a dejarnos para siempre?
-No lo sé. No me gustaría perderlo, es un activo para esa comisaria. Así que Beckett vaya y hable con él. Averigüe en que le podemos ayudar. Es una orden. Vaya ya.

Lanie me da permiso para que lo intente con Castle, el capitán me ordena que hable con él. Pero donde narices encuentro yo a Castle.
Minikate, sé que he dicho que puedo arreglármelas sin ti, pero te necesito. Por favor aparece.
Perdona estaba agotada, me tienes agotada Katie. Debo haberme perdido algo, porque estás histérica. Respira e intenta relajarte porque el corazón está a punto de salirse del pecho. Y si el corazón se te sale la palmas, y si tú la palmas yo también lo haré así que relájate. Mientras yo hablaré con tu memoria para que me cuente qué ha pasado.
Bueno, y ¿piensas quedarte todo el día sentada en tu silla? Deberíamos ir a casa de Castle a ver si está aún allí. Y por favor si lo encontramos lo primero que debes hacer es disculparte por la forma en la que actuaste el viernes.
Mierda, aquí no hay nadie, no abre la puerta.
Ya suele suceder eso cuando la gente no llama. Katie por dios llama a la puerta, es imposible que sepa que estás aquí. Tengo una duda, me vas a devolver algún día a la Katie inteligente, segura o vas a continuar en este estado de estupidez el resto de tu vida. Lo digo para ir viendo como me puedo suicidar. No creo que aguante mucho más esta nueva fase tuya.
Joder, si es que parezco boba desde que Castle apareció en mi vida. Tengo que solucionar esto como sea.
¿Por qué sigue sin abrir?, si estoy escuchado la tele. Joder, que no he llamado. Ahora sí ya he dado los golpecitos en la puerta, y se escuchan pasos, bien me abre.
-Que quieres Beckett.
-Hola, sólo quería saber si estabas bien – definitivamente tú eres tonta. La respuesta era a ti, Castle te quiero a ti.
-Pues ya ves que estoy bien. Ahora ya puedes irte.
-Ya, me alegro.
-Te importa quitar el pie para que pueda cerrar.
-Sí claro. Perdona – reacciona Katie por dios que te cierra la puerta en las narices- Espera, Castle hazme otra vez la pregunta.
La madre que te parió, mira que cara se le ha quedado con eso de hazme de nuevo la pregunta.
-De qué estás hablando Beckett.
-Pregúntame otra vez que es lo que quiero.
-Para qué si ya lo sé.
-Pues porque quiero volver a contestar.
-Beckett, ¿has tomado algo?
Claro piensa que estás borracha o drogada, y lo que pasa es que eres idiota. Pero qué he hecho yo para terminar siendo tu minikate.
-Joder, Castle. Pregúntame qué es lo que quiero. Para que te pueda contestar que te quiero a ti. Que por eso he venido hasta aquí. Que no quiero que te vayas, que te necesito cerca. Venga qué te cuesta preguntar de nuevo.
- En serio Kate, ¿qué te has tomado?
-Castle por favor, solo quiero contestar lo que debería haber dicho la primera vez – vale, tiempo. Por qué Castle se está descojonando-
-Kate, terminas de decir que me quieres a mí, que no quieres que me vaya, que me necesitas en tu vida. ¿Acaso no te has dado cuenta?
-Eh, vale. Estoy nerviosa. Más bien estoy histérica. No quiero perderte. Me he enamorado de ti. Y pensar que te puedes ir me hace daño.
-Creo que será mejor que pases. Nos tomaremos un café y hablaremos. Pero mejor lo haremos dentro o mis vecinos creerán que ambos estamos locos.
Bueno se lo he dicho y no me ha mandado a la mierda, eso es bueno.
Ya pero hubiera sido mejor si recordaras haberlo dicho.
-Creo que tenemos que hablar. Kate terminas de decir que me quieres. Y sin embargo me cuesta creerte.
¿Cómo que le cuesta creerme? A ver Katie cariño, que hace tres días un tío te estaba comiendo la boca y sus manos recorrían tu anatomía. Es normal que le cueste entenderlo.
-Castle, ¿me puedes dar un vaso de agua? Es que tengo la garganta seca.
-Claro, ahora mismo te lo traigo.
-Gracias – vale ahora ya has bebido, así que ponte a hablar de una vez- Castle necesito decirte que me he enamorado de ti. Al principio cuando te conocí me exasperabas –por fin, ahí está mi chica inteligente. Por fin ha vuelto- no podía entender tu forma de actuar. Yo tampoco quería un compañero nuevo, pero ya que me lo habían impuesto tendría que aceptarlo. Poco a poco eso fue cambiando y a medida que me dejaste conocerte un poco empecé a sentir cosas diferentes por ti. Empecé a necesitar tus cafés de por la mañana, tus absurdas teorías, tu sonrisa. Pero cuando me quise dar cuenta de ello tú habías comenzado algo con mi mejor amiga.
-Kate, yo…
-Deja que termine Rick, por favor. Porque si paro ahora quizás no vuelva a reunir el valor suficiente para abrirme a ti. Después llegó nuestra misión, y durante ella me enamoré perdidamente de ti. Pero tú seguías con Lanie. Por eso el otro día decidí salir. Necesitaba tratar de olvidarte. Necesitaba sacarte de mi corazón, de mi cerebro. Todo iba más o menos bien hasta que te vi.  No pude continuar, necesité salir corriendo tras de ti, explicarte que aquel hombre no era nada. Que mi corazón era tuyo.
-Me enfadé. Dios no te puedes imaginar lo que sentí al verte en brazos de aquel tipo. Estaba besando los labios por los que muero. Estaba acariciando el cuerpo que me vuelve loco. Si me llego a quedar allí le habría matado por estar haciendo eso con la mujer a la que amo.
Oe, oe, oe, oe, oe, me ama. Castle me ama. Soy la caña, él me ama. Fiesta, que fantástica, fantástica es la fiesta. Nos vamos de fiesta, hay que celebrarlo. Vale por qué me está mirando con esa cara.
Katie cariño, igual tiene algo que ver el hecho de estar dando saltos en mitad de su salón, igual eh. Pero vamos que puede que esté equivocada.
-Perdona, yo no quería parecer una perturbada. Sólo es que me he sentido genial al escuchar que tú también sientes algo por mí.
-Cariño, me vuelves loco. Literalmente loco. Lanie y yo hemos terminado.
-Lo sé. Y sabes otra cosa. Ella me ha dicho que me lanzase que fuera a por ti.
-Es genial esa mujer. Espero que logre encauzar su relación con Espo. Volviendo a nosotros. Quiero que lo intentemos, pero quiero ir despacio. Quiero que ambos estemos seguros de que lo que sentimos es real y no producto de las dos semanas de misión.  Te quiero Kate, y quiero que esto funcione. Y si para ello tenemos que ir con pies de plomo lo haremos.
-Eso significa ¿que no me vas a besar? Porque me muero por tus labios desde que me has abierto la puerta.
-Preciosa, de mis besos no te vas a librar. Me encanta besarte. Pero sí que quiero que nos lo tomemos con calma.

-Estoy de acuerdo, yo también quiero que esto funcione – espera, como de calmado irá esto. Lo digo porque yo estoy deseando comprobar eso que dijo Lanie de que Castle es un máquina en la cama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario